El láser predomina entre los métodos depilatorios
“Hay que hacer varias sesiones porque los pelos se encuentran en distintas etapas de crecimiento. Habrá algunos que no van a ser atacados por la luz”, afirma la dermatóloga Paola Félix. Este rayo, añade, no introduce ningún tipo de sustancia al cuerpo, solo calor para combatir el vello.
En promedio, las sesiones que se requieren para cada zona son entre 6 y 8 para mentón, 8 a 10 para piernas y entre 4 a 6 para axilas, con lo que se logra la reducción de pelos de entre un 80 % a 90%. Este número de sesiones, explica la dermatóloga Gilda Zurita, es para aquellas mujeres que no tienen problemas endocrinológicos.
Las mujeres hirsutas (con exceso de vellos), y los hombres necesitan generalmente más sesiones. Zurita recomienda hacer una o dos sesiones de mantenimiento por año y asegura que el 80% del pelo no vuelve a crecer más, y el pelo que estuvo en reposo (el que no se fue por completo), probablemente sea de tipo velloso, atrofiado, poco pigmentado, fino y de crecimiento más lento.
Juan Giménez, especialista del Centro de Estética Láser, manifiesta que los pacientes que deseen recurrir al método con láser deben tener su vello a una altura mínima de 3 o 4 milímetros para que el procedimiento empiece a ser efectivo. Recalca que ellos no deben crearse expectativas demasiado altas, pues los resultados se ven de forma gradual.
Giménez indica que en el caso de mujeres embarazadas o personas con cáncer de piel, impétigo, herpes o con un problema micótico severo, es preferible no recurrir a esta técnica hasta que el problema no haya sido tratado por un endocrinólogo, y asimismo, curado.
Luego de las sesiones, en las que tanto el doctor como el paciente deben usar gafas especiales para protegerse de la luz del láser, es importante el uso de bloqueador. “Tenemos la cultura estética de recomendarles a todos los pacientes que después de un tratamiento comiencen a usar protector solar para que se protejan de la radiación ambiental”.
Félix indica que no solo se debe usarlo después de este tipo de procedimientos, sino en el día a día, en las partes del cuerpo expuestas al sol.
Los expertos aclaran varios mitos sobre los métodos depilatorios. Zurita indica que en el caso de las personas que se afeitan, aunque no se ha comprobado, es posible que los vellos les crezcan más gruesos.
Giménez señala que esto se debe a que la rasuradora o máquina de afeitar, al realizar un trabajo mecánico, hace que el vello se endurezca. “Es un mecanismo de defensa del organismo”. El experto subraya también que el utilizar pinzas para extraer los vellos de las cejas no produce la caída del párpado, sino que esto se da porque con el paso de los años hay una pérdida de colágeno y de ácido hialurónico y los tejidos empiezan a caerse por la gravedad.
Zurita recomienda que las personas que se decidan por cremas depilatorias deben probar antes en zonas pequeñas para chequear que no se produzcan alergias de contacto. Por su lado, Félix manifiesta que el hilo es un buen método, no agresivo, para áreas pequeñas como las cejas.
La especialista expresa que las personas deben saber qué clase de piel tienen, más si ya han probado varios métodos de depilación. Si tienen una de tipo hipersensible es preferible que recurran a un método definitivo, como el láser, para evitar problemas futuros.
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