martes, 7 de febrero de 2012

EL HIPO

Hipo

El hipo o singulto es un espasmo involuntario del diafragma que se repite varias veces por minuto. El brusco flujo de aire dentro de los pulmones causa que la glotis se cierre, produciendo un sonido característico
Se define más técnicamente como una serie de contracciones espasmódicas, súbitas, involuntarias e intermitentes de la musculatura inspiratoria, principalmente el diafragma, seguidas de un cierre brusco de la glotis, lo que origina un sonido peculiar y característico.
Es un problema generalmente benigno y transitorio, culturalmente gracioso, la mayoría de las veces sin causa conocida que lo desencadene. Sin embargo, hay ocasiones en las que su duración y frecuencia son mayores y pueden llegar a impedir la realización de tareas habituales a quien lo padece, provocando entonces la aparición de problemas más graves como desnutrición, insomnio, estrés, etc.
El diafragma es un músculo que generalmente funciona correctamente. Desciende cuando se inhala para ayudar a llevar aire a los pulmones y sube cuando se exhala para poder expulsar el aire de los pulmones. Sin embargo, a veces el nervio frénico que controla la contracción del diafragma produce estímulos inadecuados. Cuando esto sucede, el diafragma sube de manera brusca y hace que la respiración sea anormal, provocando el cierre de la epiglotis y produciendo el hipo.

Causas

  1. Ingesta de alimentos líquidos fríos, calientes o irritantes
  2. Irritación del diafragma por una pulmonía
  3. Cirugía de tórax o estómago
  4. Sustancias tóxicas en la sangre
  5. Estrés
En muy raras ocasiones el hipo se produce a consecuencia de un tumor cerebral, estos por lo general producen crisis prolongadas muy difíciles de controlar. Un ataque de hipo se puede presentar por lo regular de forma inofensiva, se inicia súbitamente, sin causa aparente y puede durar unos cuantos minutos o segundos de un modo espontáneo.
El hipo en los niños
Se puede presentar cuando el estómago se llena de aire o de alimento, por ejemplo, después de llorar lo que produce espasmos o contracciones del diafragma que termina en hipo.

Diagnóstico

Durante los primeros 48 ocho horas no es generalmente necesario consultar a un médico, como en la mayoría de los casos los síntomas desaparecen por sí solos. Los pacientes cuyos síntomas persisten por más de 48 horas deben consultar a su médico de cabecera (médico clínico, médico de atención primaria). El médico examinará cuidadosamente la historia clínica del paciente, hacerle algunas preguntas sobre las actividades recientes, y llevar a cabo un examen físico. El objetivo del médico es descartar la existencia de posibles enfermedades o condiciones que pueden ser la causa del hipo. Si el médico de cabecera sospecha o diagnóstico de una enfermedad subyacente o condición, el paciente puede ser canalizado con un especialista.
Si una condición subyacente se sospecha que el médico puede ordenar algunas pruebas de diagnóstico, estos pueden incluir:
Un análisis de sangre – para verificar si hay infecciones, enfermedad renal o diabetes.
Las pruebas de imagen – estas pruebas determinará si existen anomalías anatómicas que pueden estar afectando a los nervios vagos o frénicos, o el diafragma. Ejemplos de pruebas incluyen:
Una radiografía de tórax
Una tomografía (tomografía computarizada) escanear
Una resonancia magnética (Imágenes por resonancia magnética) escanear
El médico también puede ordenar un ECG (electrocardiograma), que mide la actividad eléctrica del corazón para descartar la existencia de enfermedades del corazón.
Prueba endoscópica – este se utiliza para comprobar la tráquea (esófago). Una delgada, tubo flexible (endoscopio) con una pequeña cámara en el extremo se pasa por la garganta del paciente.

Tratamiento

Farmacológico:
El tratamiento farmacológico del hipo crónico no siempre es eficaz, por lo que se han probado numerosos agentes terapéuticos y combinaciones entre ellos, a los que se suele añadir algún antisecretor para controlar el posible efecto causal del reflujo gastroesofágico. Los fármacos que han demostrado mayor eficacia en el tratamiento del hipo son:
1. La clorpromazina, que en caso de necesidad puede administrarse por vía intravenosa (25-50 mg) inicialmente y posteriormente por vía oral (50-60 mg cada 6 h).
2. El haloperidol, otro neuroléptico que logra también el control del hipo en muchas ocasiones, se utiliza a dosis de 2 mg por vía intramuscular y posteriormente 5-10 mg cada 6 h por vía oral.
3. Procinéticos como la metoclopramida o la cisaprida, a las dosis ya comentadas con anterioridad.
4. El baclofeno es un análogo del ácido gammaaminobutírico del que recientemente se han publicado numerosos ensayos terapéuticos (a dosis de 10-50 mg cada 6 h por vía oral), en los que su eficacia ha quedado demostrada, de tal forma que para algunos autores, éste sería actualmente el tratamiento de elección.
El listado de otros fármacos empleados en el control del hipo es extenso, aunque el poco número de pacientes tratados hace que no se pueda generalizar ni recomendar su uso.
Natural
  • Tés de plantas antiespasmódicas, especialmente, la angélica, el anís, el espliego, el hinojo, la salvia y el ajenjo.
  • Se tomará una o dos tazas en el momento del ataque, a ser posible de una sola vez sin respirar.
  • Ingerir una cucharadita de azúcar normal seca.
  • Ingerir un poco de hielo triturado.
  • Elaborar una infusión a base de una pizca de menta piperita, una pizca de toronjil y una taza de agua. Impregnar un terrón de azúcar en zumo de limón y disuélvalo en la boca si el hipo lo ha tomado de improviso.
  • Preparar una infusión con una pizca de menta y otra de melisa.  Endulzar con miel y tomar.
  • Tomar un vaso de agua de un solo trago.
  • Inhalar con fuerza para llenar completamente los pulmones de aire y luego mantener
  • Oler un paño empapado en alcohol blanco.
  • Moler una semilla de anís y verter el resultado en un vaso de agua. Tomar un sorbo a la vez.
  • Colocar un terrón de azúcar en una cuchara y luego verter, gota a gota, vinagre sobre el terrón hasta que lo absorba bien y luego masticarlo de forma lenta.
Recomendaciones:
• Cuando coma procure tomarse antes del primer bocado 1 vaso de agua.
• Cuando haga mucho frío cúbrase bien, tener frio suele ser también causa de hipo, especialmente en los niños.
Fuente: noticiassalud.com
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