Cáncer de mama
El
cáncer de mama es el crecimiento desenfrenado de células malignas en el
tejido mamario. Existen dos tipos principales de cáncer de mama, el
carcinoma ductal—la más frecuente—que comienza en los conductos que
llevan leche desde la mama hasta el pezón y el carcinoma lobulillar que
comienza en partes de las mamas, llamadas lobulillos, que producen la
leche materna.
Causas
No se conoce exactamente el origen del cáncer de
mama. Los factores que pueden aumentar el riesgo de una mujer incluyen
herencia, pubertad temprana, embarazo tardío, obesidad y factores
relacionados con el estilo de vida como consumo excesivo de alcohol y
tabaquismo. El factor de riesgo más grande del cáncer de mama es la
edad, simplemente el envejecimiento. La mayoría de los cánceres de mama
ocurren en mujeres de más de 50 años y las mujeres de más de 60 años son
las que tienen el riesgo más alto.
El riesgo de que una mujer desarrolle cáncer de mama
aumenta si su madre, hermana, hija o dos o más parientes cercanos, como
primas, tienen antecedentes de cáncer de mama, especialmente en la
juventud. Sin embargo, el 85% de las mujeres que desarrollan cáncer de
mama NO tiene antecedentes familiares de la enfermedad.
Diagnóstico
El diagnóstico de certeza del cáncer de mama
requiere el examen microscópico de una muestra del tejido mamario
sospechoso (biopsia). La biopsia, sin embargo, es tan sólo el último
escalón en una cadena de procedimientos cuyo objetivo en separar los
estudios mamarios en dos grupos principales: los que presentan algún
grado de sospecha de cáncer y los que no.
La anamnesis (interrogatorio) seguida del examen
físico o exploración física de la mama es el primer paso que se da para
identificar si hay indicios de enfermedad.
Dentro del interrogatorio es de suma importancia
investigar si la paciente tiene familiares directos que han tenido
cáncer de mama (madre, hermana), si ha tenido tumores benignos en mama,
si su menstruación fue de inicio temprano (12 años o menos) y su
menopausia tardía (mayor de 50 años), si ha tomado anticonceptivos, si
fuma; ya que todos estos se han identificado de cierta forma como factor
de riesgo del cáncer de mama. Después de eso, se debe averiguar si la
paciente ha tenido dolor mamario (mastalgia) o ha presentado alguna
tumoración.
Posteriormente sigue la exploración física que la
paciente la debe auto realizar cada mes. Un médico con experiencia
también deberá explorarla al menos cada 6 meses. Se deben buscar
tumoraciones, deformidades en piel, en pezones o bien tumoraciones por
arriba o abajo de la clavícula o en axila.
Seguidamente, si ha sido posible obtener algún dato
que lo justifique, debe recurrirse a algunas de las siguientes técnicas
de diagnóstico por la imagen:
- Mamografía
- Ecografía mamaria
- Resonancia magnética o Imagen de Resonancia Magnética (I.R.M.) o resonancia.
- Tomografía por emisión de positrones, (T.E.P. o P.E.T.)
De estos procedimientos el más importante, el más
específico y el más usado es la mamografía, una radiografía obtenida en
un aparato de rayos que ha sido diseñado especialmente para estudiar las
mamas. Otras técnicas, como la galactografía, la neumoquistografía y la
neumooncografía, representan variantes de la mamografía en las que se
asocian técnicas invasivas para precisar el estudio de determinadas
alteraciones.
La ecografía mamaria es un método auxiliar, muy útil
en numerosas ocasiones, que en algunas circunstancias puede llegar a
ser la principal técnica diagnóstica por la imagen. La principal
utilidad consiste en la distinción de la naturaleza sólida o quística de
lesiones nodulares identificadas en la mamografía. También es de
utilidad en el estudio de mama con un componente glandular importante
que condiciona una elevada densidad de la imagen mamogràfica,
dificultando la discriminación de posibles lesiones. Permite una
medición muy precisa del tamaño de los nódulos mamarios y es de gran
utilidad para guiar punciones para obtener material celular o tisular
para examen citológico o biópsico que permitan el estudio y diagnóstico
histo-patológico.
La resonancia magnética y la T.E.P. (o P.E.T.)
tienen importancia en casos concretos y su empleo, en la actualidad, no
es rutinario. Sin embargo, las indicaciones de su empleo van ampliándose
cada vez más. Las principales indicaciones de la resonancia son el
seguimiento de cambios cicatrizales mamarios intensos post quirúrgicos,
el estudio de multicecentricidad del cáncer mamario, la valoración de la
extensión local para apoyar o contraindicar el tratamiento conservador y
el estudio de complicaciones de prótesis mamarias.
Cuando se obtiene una mamografía, el radiólogo
examina cuidadosamente las imágenes obtenidas buscando ciertos signos
radiológicos que son conocidos como indicadores probables de patología.
Las imágenes pueden visualizarse de manera analógica, utilizando como
soporte una película radiográfica especial para mamografía; o bien de
manera digital, utilizando sistemas informáticos.
Bandanas Solidarias Proyecto de Bandanas Solidarias: símbolo de la lucha contra el cáncer de mama
Síntomas
Diversas investigaciones han encontrado un grupo de
factores de riesgo, o circunstancias, que hacen a una persona más
propensa para desarrollar el tumor.
• Edad: el riesgo aumenta con la
edad. La mayoría de cánceres de mama se produce sobre los 50 años; a los
60 el riesgo es más elevado y resulta muy poco frecuente por debajo de
los 35 años, aunque también es posible.
• Sexo: las mujeres son las más
propensas a desarrollar cáncer de mama. Los hombres también pueden
sufrirlo, pero la probabilidad es de uno por cada cien mujeres.
• Antecedentes familiares: las
posibilidades aumentan si una hermana, madre o hija ha sufrido esta
enfermedad. Además este riesgo se eleva si el familiar que ha padecido
cáncer lo ha hecho antes de la menopausia, o si ha afectado a los dos
senos.
• Haber sufrido otro cáncer: el
riesgo de cáncer de mama aumenta si se ha sufrido previamente otro
cáncer, especialmente de ovario o de colon, o un carcinoma lobular o
ductal in situ (dos tipos de tumor maligno que aparecen en los lóbulos o
en los conductos galactóforos de los senos, o conductos mamarios). Otro
posible factor de riesgo es una hiperplasia benigna, una especie de
tumor no maligno, que altera el tejido del seno.
• Menopausia tardía (posterior a los 55 años)
• No haber tenido hijos, o el primer parto a partir de los 30 años.
• Factores medioambientales: se está investigando la posible influencia de pesticidas, campos electromagnéticos o contaminantes en agua y comida.
• Estilo de vida: algunas investigaciones han hallado un posible vínculo entre el consumo de alcohol y el desarrollo de cáncer de mama.
• Obesidad : A pesar de no tener
ninguna constatación científica definitiva, muchos investigadores
indican que seguir una dieta baja en grasas y rica en frutas y verduras,
así como practicar ejercicio físico de forma regular pueden ayudar a
prevenir la aparición del cáncer de mama.
• Estrés: Una vida activa hasta
límites excesivos no es conveniente ni beneficiosa. Llevar una vida
estresante es nocivo para la salud y, en consecuencia, puede favorecer
la aparición de enfermedades
• THS: Ciertos investigadores
indican que a partir de los 10 años con terapia hormonal sustitutiva
(THS) puede aumentar el riesgo de cáncer, mientras que otros destacan
que no importa durante cuánto tiempo se ha tomado en el pasado, puesto
que el riesgo de cáncer existe entre las que siguen la terapia hormonal,
no entre las que la siguieron en un pasado.
Tratamiento
Hay diferentes tratamientos disponibles para los
pacientes con cáncer de mama. Algunos tratamientos son estándar (el
tratamiento actualmente usado) y otros se encuentran en evaluación en
ensayos clínicos. Un ensayo clínico de tratamientos consiste en un
estudio de investigación que procura mejorar los tratamientos actuales u
obtener información sobre nuevos tratamientos para pacientes de cáncer.
Cuando los ensayos clínicos muestran que un nuevo tratamiento es mejor
que el tratamiento estándar, el tratamiento nuevo se puede convertir en
el tratamiento estándar. Los pacientes deberían pensar en participar en
un ensayo clínico. Algunos ensayos clínicos están abiertos solo para
pacientes que no han comenzado un tratamiento.
Se usan cuatro tipos de tratamiento estándar.
1. Cirugía
La mayoría de los pacientes con cáncer de mama se
someten a cirugía a fin de extirpar el cáncer de la mama. Generalmente
se extirpan algunos de los ganglios linfáticos de abajo del brazo y se
observan bajo un microscopio para verificar si contienen células
cancerosas.
Cirugía conservadora de la mama, una operación para
extirpar el cáncer, pero no la mama misma. Incluye los siguientes
procedimientos:
• Lumpectomía: cirugía para extirpar el tumor (masa) y una pequeña cantidad de tejido normal alrededor del mismo.
• Mastectomía parcial: cirugía para
extirpar la parte de la mama que tiene cáncer y algo del tejido normal
que la rodea. Este procedimiento también se llama mastectomía
segmentaria.
A las pacientes tratados con cirugía conservadora de
la mama, también se les puede extirpar algunos de ganglios linfáticos
de abajo del brazo para someterlos a biopsia. Este procedimiento se
llama disección de ganglio linfático. Se puede realizarse al mismo
tiempo que la cirugía conservadora de la mama o después. La disección de
ganglio linfático se realiza a través de una incisión separada.
Otros tipos de cirugía incluyen los siguientes procedimientos:
• Mastectomía total: cirugía para
extirpar toda la mama que contiene cáncer. También se pueden extraer
algunos de los ganglios linfáticos de abajo del brazo para observarlos
bajo un microscopio y verificar si hay signos de cáncer. Este
procedimiento también se llama mastectomía simple. Esto se realiza a
través de una incisión separada.
• Mastectomía radical modificada:
cirugía para extirpar toda la mama que tiene cáncer, la mayoría de los
ganglios linfáticos de abajo del brazo, el revestimiento de los músculos
pectorales y, a veces, parte de los músculos de la pared del pecho.
• Mastectomía radical: cirugía para
extirpar la mama que contiene cáncer, los músculos de la pared del
pecho de abajo de la mama y todos los ganglios linfáticos de abajo del
brazo. Este procedimiento a veces se llama mastectomía radical de
Halsted.
Incluso si el médico extirpa todo el cáncer que se
puede ver en el momento de la cirugía, algunos pacientes pueden recibir
radioterapia, quimioterapia o terapia hormonal después de la cirugía
para destruir todas las células cancerosas que queden. El tratamiento
administrado después de la cirugía para aumentar las posibilidades de
curación se llama terapia adyuvante.
Si la paciente va a tener una mastectomía, se puede
considerar la reconstrucción de la mama (cirugía para reconstruir la
forma de una mama después de la mastectomía). La reconstrucción de mama
puede hacerse en el momento de la mastectomía o después. La
reconstrucción puede realizarse con el propio tejido (no de la mama) de
la paciente o mediante el uso de implantes rellenos con un gel salino o
de silicona.
2. Radioterapia
La radioterapia es un tratamiento para el cáncer en
el que se usan rayos X de alta energía u otros tipos de radiación para
destruir células cancerosas o impedir que crezcan. Hay dos tipos de
radioterapia. La radioterapia externa usa una máquina fuera del cuerpo
que envía radiación al área donde se encuentra el cáncer. La
radioterapia interna usa una sustancia radiactiva sellada en agujas,
semillas, alambres o catéteres que se colocan directamente dentro del
cáncer o cerca del mismo. La forma en que se administra la radioterapia
depende del tipo y el estadio del cáncer que está siendo tratado.
3. Quimioterapia
La quimioterapia es un tratamiento del cáncer en el
que se usan medicamentos para interrumpir el crecimiento de las células
cancerosas, ya sea mediante su destrucción o impidiendo su
multiplicación. Cuando la quimioterapia se administra por boca o se
inyecta en una vena o músculo, los medicamentos ingresan a la corriente
sanguínea y afectan a células cancerosas de todo el cuerpo
(quimioterapia sistémica). Cuando la quimioterapia se coloca
directamente en la columna vertebral, un órgano o una cavidad corporal
como el abdomen, los medicamentos afectan principalmente las células
cancerosas de esas áreas (quimioterapia regional). La forma en que se
administre la quimioterapia depende del tipo y el estadio del cáncer que
se está tratando.
4. Terapia hormonal
La terapia hormonal es un tratamiento del cáncer por
el que se extraen las hormonas o se bloquea su acción, y se impide el
crecimiento de las células cancerosas. Las hormonas son sustancias
elaboradas por las glándulas del cuerpo que circulan por la corriente
sanguínea. Algunas hormonas pueden hacer crecer ciertos cánceres. Si las
pruebas muestran que las células cancerosas ofrecen sitios donde pueden
adherirse las hormonas (receptores) se utilizan medicamentos, cirugía o
radioterapia para reducir la producción de hormonas o impedir que
funcionen. La hormona estrógeno, que hace crecer algunos cánceres de
mama, es elaborada en su mayor parte por los ovarios. El tratamiento
para impedir que los ovarios elaboren estrógeno se llama ablación
ovárica.
La terapia hormonal con tamoxifeno a menudo se
suministra a pacientes con estadios tempranos de cáncer de mama y a
pacientes con cáncer metastático de mama (cáncer que se ha diseminado
hasta otras partes del cuerpo). La terapia hormonal con tamoxifeno o
estrógenos puede actuar sobre las células de todo el cuerpo y puede
aumentar la posibilidad de padecer cáncer del endometrio. Las mujeres
que toman tamoxifeno deben someterse a un examen pélvico todos los años
para verificar si hay signos de cáncer. Todo sangrado vaginal que no sea
sangrado menstrual debe comunicarse a un médico tan pronto como sea
posible.
La terapia hormonal con un inhibidor de la aromatasa
se administra a algunas mujeres posmenopáusicas que padecen de cáncer
de mama hormonodependiente. El cáncer de mama hormonodependiente
necesita de la hormona estrógeno para crecer. Los inhibidores de la
aromatasa disminuyen el estrógeno en el cuerpo porque impiden que una
enzima llamada aromatasa convierta el andrógeno en estrógeno.
Ciertos inhibidores de la aromatasa pueden usarse
para el tratamiento del cáncer de mama en un estadio temprano como
terapia adyuvante o después de dos años o más de tamoxifeno. Los
inhibidores de la aromatasa se están probando en ensayos clínicos para
compararlos con la terapia hormonal con tamoxifeno en el tratamiento del
cáncer de mama metastásico.
Se están probando nuevos tipos de tratamiento en ensayos clínicos.
En la presente sección del sumario se hace
referencia a tratamientos en evaluación en ensayos clínicos, pero tal
vez no se mencionen todos los tratamientos nuevos que se están
considerando. Para mayor información en inglés sobre ensayos clínicos,
consultar el portal de Internet del NCI.
Biopsia del ganglio linfático centinela seguida de cirugía.
La biopsia del ganglio linfático centinela es un
procedimiento para extraer el ganglio linfático centinela durante una
cirugía. El ganglio linfático centinela es el primer ganglio que recibe
el drenaje linfático de un tumor y es el primer ganglio linfático donde
es posible que el cáncer se disemine desde el tumor. Se inyecta una
sustancia radioactiva o un tinte azul cerca del tumor. La sustancia o el
tinte fluye a través de los conductos linfáticos hasta los ganglios
linfáticos. Se extrae el primer ganglio que recibe la sustancia o el
tinte. Un patólogo observa el tejido bajo un microscopio para verificar
si hay células cancerosas. Cuando no se detectan células cancerosas,
puede no ser necesario extraer más ganglios linfáticos. Después de la
biopsia del ganglio linfático centinela, el cirujano extirpa el tumor
(cirugía conservadora de la mama o mastectomía).
Dosis alta de quimioterapia con trasplante de células madre.
La dosis alta dosis de quimioterapia con trasplante
de células madre es una forma de administrar dosis de altas de
quimioterapia y reemplazar las células generadoras de sangre destruidas
por el tratamiento del cáncer. Las células madre (células sanguíneas
inmaduras) se extraen de la sangre o la médula ósea del mismo paciente o
un donante, y se congelan y almacenan. Después de finalizar la
quimioterapia, las células madre guardadas se descongelan y se
reinyectan al paciente mediante una infusión. Estas células madre
reinyectadas crecen (y restauran) las células sanguíneas en el cuerpo.
Algunos estudios han mostrado que con las dosis
altas de quimioterapia seguidas de un trasplante de células madre no se
obtienen mejores resultados que con la quimioterapia estándar en el
tratamiento del cáncer de mama. Los médicos han decidido que, por ahora,
las dosis altas de quimioterapia solo deben probarse en los ensayos
clínicos. Antes de participar en un estudio de este tipo, las mujeres
deben consultar con sus médicos sobre los efectos secundarios graves,
incluso la muerte, que pueden causar las dosis altas de quimioterapia.
Anticuerpos monoclonales como terapia adyuvante
La terapia con anticuerpos monoclonales es un
tratamiento para el cáncer que usa anticuerpos producidos en el
laboratorio a partir de un tipo único de células del sistema
inmunitario. Estos anticuerpos pueden identificar sustancias en las
células cancerosas o sustancias normales del cuerpo que pueden ayudar a
crecer las células cancerosas. Los anticuerpos se adhieren a las
sustancias y destruyen las células cancerosas, impiden su crecimiento o
previenen que se diseminen. Los anticuerpos monoclonales se administran
por infusión. Pueden usarse solos o para llevar medicamentos, toxinas o
material radiactivo directamente hasta las células cancerosas. Los
anticuerpos monoclonales también se pueden usar en combinación con la
quimioterapia como terapia adyuvante.
El trastuzumab (Herceptina) es un anticuerpo
monoclonal que bloquea los efectos del factor de crecimiento de la
proteína HER2, la cual transmite señales de crecimiento a las células
cancerosas de la mama. Cerca de un cuarto de los pacientes con cáncer de
mama tienen tumores que pueden ser tratados con trastuzumab combinado
con quimioterapia.
Inhibidores de la tirosina cinasa como terapia adyuvante
Los inhibidores de la tirosina cinasa son
medicamentos de terapia dirigida que bloquean las señales que los
tumores necesitan para crecer. Se pueden usar inhibidores de la tirosina
cinasa combinados con otros medicamentos como terapia adyuvante.
El lapatinib es un inhibidor de la tirosina cinasa
que bloquea los efectos de la proteína HER2 y otras proteínas del
interior de las células tumorales. Se puede usar para tratar a las
pacientes con cáncer de mama positivo al HER2 que ha empeorado después
del tratamiento con trastuzumab.
Los pacientes deberían pensar en participar en un ensayo clínico.
Para algunos pacientes, quizás la mejor elección de
tratamiento sea participar en un ensayo clínico. Los ensayos clínicos
forman parte del proceso de investigación del cáncer. Los ensayos
clínicos se llevan a cabo para determinar si los tratamientos nuevos
para el cáncer son seguros y eficaces, o mejores que el tratamiento
estándar.
Muchos de los tratamientos estándar actuales se
basan en ensayos clínicos anteriores. Los pacientes que participan en un
ensayo clínico pueden recibir el tratamiento estándar o estar entre los
primeros en recibir el tratamiento nuevo.
Los pacientes que participan en los ensayos clínicos
también ayudan a mejorar la forma en que se tratará el cáncer en el
futuro. Aunque los ensayos clínicos no conduzcan a tratamientos nuevos
eficaces, a menudo responden a preguntas importantes y ayudan a avanzar
en la investigación.
Los pacientes pueden entrar a formar parte de los
ensayos clínicos antes, durante o después de comenzar su tratamiento
para el cáncer.
Algunos ensayos clínicos sólo incluyen a pacientes
que todavía no recibieron tratamiento. Otros ensayos prueban los
tratamientos para los pacientes cuyo cáncer no ha mejorado. También hay
ensayos clínicos que prueban nuevas maneras de impedir que el cáncer
recurra (vuelva) o de reducir los efectos secundarios del tratamiento
del cáncer.
Los ensayos clínicos tienen lugar en muchas partes
del país. Consultar la sección sobre Opciones de Tratamiento para
encontrar enlaces en inglés a los ensayos clínicos que se realizan
actualmente. Estos se han recuperado de la base de datos de ensayos
clínicos del NCI.
Pueden necesitarse pruebas de seguimiento.
Algunas de las pruebas que se usaron para
diagnosticar el cáncer o para determinar el estadio del cáncer pueden
repetirse. Algunas pruebas se repiten para asegurarse de que el
tratamiento es eficaz. Las decisiones acerca de seguir, cambiar o
suspender el tratamiento pueden basarse en los resultados de estas
pruebas. Esto a veces se llama reestadificicación.
Algunas de las pruebas seguirán repitiéndose
esporádicamente después de terminar el tratamiento. Los resultados de
estas pruebas pueden mostrar si su afección ha cambiado o si el cáncer
ha recurrido (volvió). Estas pruebas a veces se llaman pruebas de
seguimiento o exámenes médicos.
Opciones de tratamiento para cáncer de seno (mama) recidivante
El tratamiento del cáncer de mama recidivante
(cáncer que volvió después de terminar el tratamiento) en la mama o la
pared del pecho puede incluir los siguientes procedimientos:
• Cirugía (mastectomía radical o radical modificada), radioterapia o ambas.
• Quimioterapia sistémica o terapia hormonal.
• Participación en un ensayo clínico de trastuzumab (Herceptina) combinado con quimioterapia sistémica.
Opciones de tratamiento para el cáncer del seno (mama) inflamatorio
El tratamiento del cáncer de mama inflamatorio puede incluir los siguientes procedimientos:
• Quimioterapia sistémica.
• Quimioterapia sistémica seguida de cirugía
(cirugía conservadora de la mama o mastectomía total), con disección de
ganglio linfático seguida por radioterapia. Puede administrarse terapia
sistémica adicional (quimioterapia, terapias hormonales o ambas).
• Participación en ensayos clínicos que evalúan
medicamentos nuevos contra el cáncer, combinaciones nuevas de
medicamentos y formas nuevas de administrar tratamientos.
Prevención
• Cuida tu salud. Es esencial.
Términos médicos explicados de forma sencilla:
Las células grasa producen una hormona denominada
estrógenos. Antes de la menopausia, la mayor parte de los estrógenos son
secretadas (eliminadas) por los ovarios. Pero después de la menopausia,
los ovarios dejan de ejercer dicha función por lo que es más fácil
llegar a tener un exceso de estrógeno después de la menopausia.
Lógicamente a mayor nivel de grasas que tenemos en el cuerpo, mayor será
la posibilidad de que tengamos exceso de estrógenos. El exceso de
estrógeno (producido por el exceso de células grasa) aumenta
considerablemente el riesgo de cáncer de mama.
El exceso de grasa del vientre representa un mayor riesgo de cáncer de mama en comparación con la de las caderas o extremidades.
Por lo tanto:
o Intentar estar delgada, pero sin pasarse, nunca con una delgadez por debajo de lo normal.
o Evitar la vida sedentaria. La vida sedentaria
aumenta el riesgo de cáncer de mama. Para reducir el riesgo de cáncer
son necesarios, diariamente, durante al menos 5 días a la semana, entre
35 minutos y una hora de actividad física.
o Que no falte la vitamina D. La deficiencia de
vitamina D aumenta el riesgo de cáncer de mama. Para prevenir el cáncer
de mama comer alimentos ricos en vitamina D y exponerse al sol unos
minutos diarios, preferiblemente por la mañana. Cuidado, la
sobreexposición al sol puede ser peor.
o Comer alimentos con menos grasas. Al hablar de
grasas nos referimos a las grasas animal (carnes rojas, huevos, manteca,
lechón, leche cremosa, embutidos, pescados grasos, etc.) Los alimentos
grasos no deben exceder del 25 al 30% de calorías de nuestra dieta. Los
alimentos ricos en fibras ayudan a protegernos. Las vitaminas A, C y E
también ayudan.
• Evitar tomar más de una bebida alcohólica al día.
Si toma, que no sea más de una bebida (una copa). El riesgo aumenta cuando toma más.
• Cuidado con los anticonceptivos orales.
Estudios sugieren que los anticonceptivos orales
podrían aumentar el riesgo de cáncer de mama. Igualmente, una vez cesa
el uso de píldoras anticonceptivas el riesgo disminuye. Pueden
considerarse otros métodos anticonceptivos, especialmente si está en
mayor riesgo conocido.
• La lactancia materna ayuda.
Amamante a sus bebés durante por lo menos seis
meses, y muy recomendablemente al menos un año. Los estudios parecen
bastante convincentes en el hecho de que las madres que amamantan
reducen su riesgo de cáncer de mama.
• Cuidado con los tratamientos de reemplazo hormonal
(TRH), cada vez más comunes para evitar los síntomas de la menopausia,
pueden aumentar su riesgo de cáncer de seno.
• Sométase periódicamente a exámenes médicos
preventivos. Suele haber un largo período “silencioso” entre la etapa de
iniciación del cáncer de mama y la aparición de síntomas, los exámenes
preventivos intentan encontrar el cáncer en esta etapa, cuando es más
fácil tratarla con éxito. Una vez al año haz una mamografía, y aprenda a
hacerse un autoexamen mensual.
Fuente: noticiassalud.com
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